miércoles, 16 de junio de 2010

Compartir Felicidad

Vivamos intensamente, descubramos el alma del mundo.

Decir "te quiero" equivale a la miel más dulce. La cocina del día a día exige tomarse tiempo para un abrazo, un beso, una sonrisa.

Debemos pensar positivamente de las intenciones ajenas y dotarnos de una buena ración de gratitud para los buenos momentos y de esperanza para los malos.

Brindemos. Brindemos todo lo que podamos brindar. Brindemos por brindar. Brindémonos.

Entendamos que no hay que ir siempre por el camino más corto, sino por el más bonito.

Bueno será que digamos lo que sentimos y hagamos lo que pensamos.

Preguntémonos hacia dónde vamos y no dejemos lo esencial para el final.

Nadie niega los miedos, las dudas, las pérdidas, el sufrimiento, el dolor, pero la felicidad es una actitud.

La clave está en el afecto, en la ternura, en el cariño y en el ser conscientes de que vivimos.

Vivir el presente, recrearnos en las pequeñas y bellas cosas es el reto.

Desgranemos reflexiones, vivencias y sentimientos acerca de cómo vivir la vida para hacerla más amable, más vida.

Tener en cuenta, por encima de todo, que la tristeza, cuando se comparte, disminuye y que la felicidad, en cambio, cuando se comparte, aumenta.

Sencillos y quizá obvios consejos de Javier Urra que, sin embargo, conviene recordar de vez en cuando.