jueves, 3 de diciembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

martes, 3 de noviembre de 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

Versiones de Besos

Constantin Brancusi

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Francesco Hayez

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado

mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.


Baptiste Gask

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,

hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.



Robert Doisneau

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.


Gustave Klimt

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.


Theodore Gericault

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.


Munch

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.


Victor Jorgensen

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.


Auguste Rodin

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral

martes, 13 de octubre de 2009











Con una pena de muerte
maldigo injustamente a los que antes compartieron
contigo los delirios de la carne.
Y se hace tarde,
y hay quien nos dice que debiéramos mirar
más el reloj.
El amor entre tú y yo
es a veces
como el silencio, y al nombrarlo se rompe.
Noche tras noche
me hago adicto a tus ritmos,
tus sonidos, tus sabores.
Cargados de buenas intenciones
nos empapamos de urbanidad,
vendimiando en las aceras
alguna que otra hermosa amistad.
Y yo vigilo tu sonrisa mientras tomas un té
en un café del centro.
Mar adentro mientras, las sirenas cantan.
Hay quien se tapa los oídos,
quien se ata al mástil de proa.
Tú y yo dejamos
que nos seduzcan con su canto.
Nos estrellamos
contra las rocas.

Planeando una huida
por las calles de Madrid
tú me preguntas, mirada dulce,
si me moriría sin ti.
Yo aterrado me escondo en un vaso
cargado de alcohol y te respondo:
"maldita sea, no lo compruebes por favor".
Y te dices fuerte e independiente,
y a veces me pareces débil en mis manos
como un copo de nieve que se deshace,
negándose a confesarse enamorada de mí.
Y sé que no podría estar sin ti,
sé que no podría estar sin ti.
Me digo fuerte e independiente,
y a veces me parezco débil en tus manos
como un ligero copo de nieve que se deshace,
negándose a confesarse enamorado de ti.
Y sé que no podría estar sin ti,
sé que no podría estar sin ti.

Ismael Serrano


viernes, 9 de octubre de 2009

Niebla


Mucho más grave

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más

no me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación

no
la cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida

una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van

pero vos
por favor
no te vayas.

Mario Benedetti

jueves, 17 de septiembre de 2009

Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Julio Cortázar

miércoles, 2 de septiembre de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

El perfil de un genio


110 años, quién iba a decirte a ti que vivirías tanto tiempo. Tú, que te creías un eco, un mero reflejo, nadie, el sencillo sueño de otro. Y ahora, tú eres el hacedor, el que con palabras inmortales has creado un mundo que estimula nuestra infinita imaginación. Tus lectores nos creemos ahora soñadores, rehacedores de una literatura mágica en la que gustosamente nos perdemos. Has creado el laberinto especular que nos arroja a los brazos de la interrogación, cuántas preguntas tras leerte, cuántos intentos de responder y tú que te empeñas en llevarme a un callejón sin salida. Pero ya sé que sólo salva la ficción, el invento de mundos paralelos para evadirnos momentáneamente de una realidad que parece atroz.

Ya sé, Borges, que sólo salva la risa…



viernes, 21 de agosto de 2009

jueves, 30 de julio de 2009

- Aquí estoy, Bastián.
- Hija de la Luna, ¿eres tú?
Ella se rió de una forma curiosamente cantarina.
- ¿Quién iba a ser si no? Acabas de darme ese bonito nombre. Gracias. Bienvenido, salvador, héroe mío.
- ¿Dónde estamos, Hija de la Luna?
- Yo estoy contigo y tú estás conmigo.
Era como una conversación en sueños y, sin embargo, Bastián estaba totalmente seguro de que estaba despierto y no soñaba.
- Hija de la Luna - susurró - ¿es esto el final?
- No - respondió ella -, es el principio.
[...]
- ¿Por qué está todo tan oscuro, Hija de la Luna? - preguntó.
- Los comienzos son siempre oscuros, Bastián.
[...]
- Quisiera verte otra vez, Hija de la Luna. ¿Sabes? Como en el instante aquel en que me miraste.
Otra vez oyó la risa suave y cantarina.
- ¿Por qué te ríes?
- Porque estoy contenta.
- ¿Por qué?
- Acabas de formular tu primer deseo.
- ¿Y lo cumplirás?
- Sí. ¡Extiende tu mano!
Lo hizo y sintió que ella le ponía algo en la palma. Era diminuto pero, extrañamente, pesaba mucho. Daba frío y era duro y muerto al tacto.
- ¿Qué es esto, Hija de la Luna?
- Un grano de arena - respondió ella -. Es todo lo que ha quedado de mi reino sin fronteras. Te lo regalo.
- Gracias - dijo Bastián maravillado. Realmente no sabía qué hacer con el regalo. ¡Si por lo menos hubiera sido algo vivo!
Mientras reflexionaba aún en lo que sin duda esperaba de él la Hija de la Luna, sintió de pronto en la mano un delicado cosquilleo. Miró con más atención.
- ¡Mira, Hija de la Luna! - susurró. ¡Empieza a fosforescer y brillar! Y, mira, brota una llamita. No, ¡es un embrión! Hija de la Luna, ¡no es un grano de arena! ¡Es una semilla luminosa que empieza a crecer!
[...]

martes, 21 de julio de 2009


Un puente no se sostiene de un solo lado...


La verdadera otredad (...) no podía cumplirse desde un solo término, a la mano tendida debía responder otra mano desde el afuera, desde lo otro...

Julio Cortázar



sábado, 11 de julio de 2009

Tulpa


En el espejo siento la nadería de mi ser, me siento tulpa de los sueños de otro, de ti, de quien pende mi identidad, mi ser idéntica a mí, es decir, a ti, porque ser “yo” es ser cada vez más “tú”. Salgo de mí, entro en ti para verme con tus ojos, pues sólo desde el otro lado del espejo puedo reconocerme, encontrarme y poco a poco conocerme. Me conoces y tu mirada desvela los velados misterios que mi ser me oculta. Sólo en ti puedo cumplir la máxima de Delfos.