miércoles, 31 de diciembre de 2008

Juntando palabras de ADARES


Me enamoré sin permiso,
me enamoré de tus palabras,
del vuelo de papel
y de los romances que
por la luna tropezaban.
Me enamoré
como amante que pierde el norte
dejando huellas que no disimulan.
Me enamoré sin permiso,
pero tampoco me hizo falta.
Me enamoré
de tus disparates del lado izquierdo,
de tu voz a días triste,
de tus letras escritas a lápiz,
de la práctica que sin soltar el asa
hacías con tu idioma la palabra.
Te atreviste a ser palabra
y yo, enamorada, sin riesgos para el futuro
la sangre no sentí talada.
Me enamoré sin permiso,
ya lo dije,
fueron más de cinco días sin mí,
esperanzas sacrificadas después del amanecer
en un reñido patíbulo.
Y la curva que no mira,
y el rumbo que desnortado
se sigue acumulando.
Sí, me enamoré,
lo hice sin permiso,
pero ahora escucho
la última palabra de los árboles,
me dicen que el amor no estuvo,
y sin embargo a mí me suenan
estas mariposas de oír.


Porque a mí también me gusta la idea. Porque "me gusta imaginar a un “ADARES” de bronce sentado en el Corrillo eternamente y a los niños preguntando a su padre quién es ese señor de las barbas... Un sencillo homenaje para quien fue un poeta sencillo y un amable ser humano unido al Corrillo por un verso." Santiago Juanes (La Gaceta Regional, 6 de febrero de 2001)




6 comentarios:

Verónica dijo...

Quizá enamorarse se eso: andar desnortados, con la sangre cortada, un estar sin uno mismo, un dolor profundo y agudo. Una mentira que sabe a mariposas, una mentira dulce y dolorosa. Y tan necesaria.

Qué bien juntas palabras :). Un día alguien reclamará una escultura para ti.

Paco G. dijo...

Hola ¿sigues viva?
De vez en cuando pongo en Google algunas palabras en las que ando pensado por diferentes motivos, a ver qué aparece.
Adares es una de ellas. Ayer me apareció tu blog y como ya era un poco tarde, me puse de deberes para hoy leerlo con un poco de calma.
En fin, como siempre se me han adelantado verbalizando mejor que yo mis pensamientos: qué bien juntas palabras.
Uno siente algo especial cuando de repente ve latir en un texto la sangre de un buen poeta impulsada por el corazón de otros que fueron antes.
Es cierto, no es buscar su camino; es buscar lo mismo que ellos buscaron.
Tarjeta de una visita que promete volver.
("no sabía gritar si no era con letras mayúsculas", formidable).

Media y del mar dijo...

Jo, muchas gracias!!!
Sigo viva, sí. Gracias a Dios o a quien sea que inventase este maravilloso mundo soy un sistema negantrópico que se resiste a morir y lucha contra la segunda ley de la termodinámica... (estoy viva, pero demasiado estudio... ya ves cómo se me va la cabeza... jaja)
Esta semana vuelvo a veros, que ya tengo ganas XD
El blog lo tengo un poco abandonado la verdad... A ver si publico pronto una nueva entrada ;)

Gracias de nuevo por tus palabras.
Un abrazo

Curro dijo...

Adares... ¡Qué recuerdos al pasar por El Corrillo!

Curro dijo...

Siento el "plagio", pero lo había encontrado así recogido en algún otro sitio por la red. En todo caso felicitarte por tu recopilación y si tienes algún inconveniente al respecto, no tendré ningún problema en quitar el post o añadir en la autoría tu identificación.
Simplemente quería con un pequeño homenaje, unirme a la petición popular para que en Salamanca se le reconozca en El Corrillo como se merece a Adares.

Perdón, o gracias (según como se mire)

Curro dijo...

Al César lo que es del César...