domingo, 17 de mayo de 2009

¿Qué es su mano?, ¿la mano del otro que se la dibuja?, ¿qué son sus dedos sino los dedos del otro al que se los dibuja? Dedalenredándose están con la tinta con que ambas se pintan; son tinta y, sin embargo, también son manos, aun siendo entrentintadas. Savia-tinta vertiéndose de una a la otra mano, y con ella ambas las líneas vitales de su ser se van dibujando, pues no son sino la prolongación de aquella otra mano a la que cada una de ellas dibuja para ser a su vez dibujada. No son independientes, la una de la otra para ser depende. Esta mano me hace mano y yo mano a ella también la hago. Se dan la mano y son ya manos siamesas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La sangre de tus manos recorre las venas de mi pluma cuando me arrojo a la mágica tarea de escribir...me recreas, me mojas, me empapas de tu tinta oscura y vivificante...renuevas mi abecedario, disfrazas de ti mis palabras y me amas, me amas, me amas en tu infinita dulzura...Gracias, poetisa. Gracias, mi niña