lunes, 14 de abril de 2008



“Me moriré en París con aguacero, /un día del cual tengo ya el recuerdo. /Me moriré en París -y no me corro- /tal vez un jueves, como es hoy, de otoño”.



Así escribía el poeta peruano César Vallejo en su poema “Piedra negra sobre una piedra blanca”. Y sí, sus versos fueron en cierta medida proféticos, porque Vallejo murió en París el 15 de abril de 1938, un viernes despistado que él recordaba como jueves. Setenta años se cumplen mañana desde la muerte de uno de los poetas latinoamericanos más importantes del siglo XX, considerado “el máximo exponente del vanguardismo literario en Perú”.
La poesía de César Vallejo se centra en tres grandes libros: Los heraldos negros (1918) su primer poemario, Trilce (1922), que retrata su experiencia en una cárcel de Perú y Poemas humanos que, publicado póstumamente en 1939, se aparta de modelos clásicos e introduce novedades, utilizando el lenguaje de forma flexible, por ejemplo alterando el vocabulario. En este poemario se manifiesta una fe en la justicia y la solidaridad social, una esperanza de salvación que supera el vacío y el nihilismo de Trilce.
Vallejo, que nació en Santiago de Chuco, en la zona andina norte del Perú, en el seno de una familia con raíces españolas e indígenas, fue el más pequeño de once hijos y creció en un ambiente religioso. Vivió conociendo la miseria, pero también el calor del hogar, algo muy presente en su poesía. El compromiso político y social característicos de la poesía de Vallejo han hecho de este poeta peruano un poeta
universal.

Subes centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.

Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la punta chispeante del cuerno
del diablo; mi beso que es credo sagrado!
Espíritu en el horópter que pasa
¡puro en su blasfemia!
¡el corazón que engendra al cerebro!
que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
¡Platónico estambre
que existe en el cáliz donde tu alma existe!
¿Algún penitente silencio siniestro?
¿Tú acaso lo escuchas? Inocente flor!...
Y saber que donde no hay un Padrenuestro,
el Amor es un Cristo pecador!
(Amor prohibido)

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