jueves, 21 de agosto de 2008

Incertidumbres y esperanzas


“He quedado pensando que todo lo hacemos para tratar de conocer lo que ninguno llega a conocer, lo más interior a cada uno, eso que algunos llamamos alma. Puesto que lo peculiar del ser humano no es el espíritu puro sino esa desgarrada región intermedia llamada alma, región en que acontece lo más grave de la existencia y lo que más importa: el amor y el odio, el mito y la ficción, el sueño, la esperanza y la muerte; nada de lo cual es espíritu puro sino una vehemente mezcla de ideas y de sangre. Ansiosamente dual, el alma padece entre la carne y el espíritu. El arte – es decir, la poesía – surge de ese confuso territorio y a causa de su misma confusión. Todo nos es finalmente misterio.”
(...)
“Aquí todo terminará en oscuridad, nada llegará a saberse, sólo momentos, vislumbres aislados, tanteos. Pero “mientras tanto” se puede amar la vida, la vida y su incertidumbre: el misterio la preserva”.

España en los diarios de mi vejez, Ernesto Sábato



Es como hacerse preguntas y encontrar siempre las respuestas que ahoguen su afán interrogatorio. Es como si el mundo careciese ya de cualquier capacidad suya para sorprendernos, como si todo nos fuese conocido, como si el inagotable camino del aprendizaje vital se hubiese acabado, como si el manantial del conocimiento se hubiese secado definitivamente. ¿Qué quedaría entonces?, ¿qué quedaría a los hombres si el mundo no fuese ya un misterio? Nada, porque la humanidad necesita no saber todo, tener incertidumbres por las que preguntarse, buscar certezas y no encontrarlas para continuar con su búsqueda. Si el mundo careciese de confusiones, los hombres carecerían de esperanza.

2 comentarios:

Media y del mar dijo...

Gracias por tus recomendaciones, Brida ;)

Verónica dijo...

Qué gran libro.